viernes, 4 de junio de 2010
Referencias Bibliográficas.
Existen varias referencias bibliográficas que hablan de nuestra danza, de las cuales citamos:
· Danzas Fundamentales de Jalisco, Prof. Francisco Sánchez Flores, Publicado por: FONADAN, 1975.
· Evolución del Traje Regional en Jalisco. Guillermina Galarza Cruz, pp. 27-29
· La Feria
…. A mí lo que más me gustó es ver otra vez a los Paixtles (sic), que según creo, es la danza más antigua, porque hablan de ella los primeros cronistas. Los que bailan no llevan, como los demás danzantes, tantos hilachos, plumas, paliacates, espejitos y cuentas de colores. En realidad, ni parecen gentes. Parecen monos de hoja. Desde la cabeza a los pies van cubiertos de heno y no se les ve ni la cara, ni manos, ni pies. Miran a través de las tupidas hebras de zacate y se bambolean lentamente, como árboles, y sus pasos son pequeños y muy medidos. Mero arriba se les ve una angosta mascara de palo, y como la llevan encima de la cabeza con un mechón de cabellos, parecen altísimos. A mí de chico me daban miedo porque parecen brujos. Pero ahora, si yo fuera juez del concurso de danzas, les daba el primer premio a los Paixtles (sic).
ARREOLA, Juan José: La feria, Editorial Joaquín Motriz, México, D.F., 1963, pp. 180-181.
(Información obtenida del libro “Danzas Fundamentales de Jalisco, Prof. Francisco Sánchez Flores, Publicado por: FONADAN, 1975”)
www.paixtles.com
Cartero, G. Ana Ma. (2009).Cultura popular en Gómez Farías. Gastronomía festiva de San Andrés Ixtlán y San Sebastián del Sur. Guadalajara, Jal. Colección becarios. CECA.
Conclusión:
Los integrantes de la danza los “Paixtles”, están muy orgullosos de pertenecer en ella y que gracias al pueblo y sus tradiciones que no se han perdido y aun esta integrada.
La mayor parte en la que bailan son el las fiestas religiosas de los pueblos, cada celebración de algún santo juega un papel importante para la convivencia familiar, ya que estas celebraciones atraen incluso a los habitantes de otras comunidades cercanas y principalmente a los integrantes de familia de la localidad que residen en el extranjero, algunos de ellos año con año regresan en los festejos del Santo Patrono, de dichas comunidades. La convivencia comunitaria no queda atrás, ya que por ser comunidades pequeñas la mayor parte de las personas se conocen muy bien, las fiestas crean lazos entre distintas familias.
En realidad es un orgullo que nuestra danza sea reconocida a nivel nacional, y que gracias a todos nosotros que aun tenemos nuestras tradiciones de cada pueblo no se a desintegrado las danza los “Paixtles”.
Y al conocer las tradiciones del pueblo de San Andrés Ixtlán, la danza expresa la abundancia y fecundidad a través de sus pasos y de su preparación, y que eso permite que sean conocidos y valorados por sus pobladores, sobre todo por los más jóvenes que son propensos a modificar o perder elementos importantes de su cultura tras la adopción de costumbres extranjeras, además de fomentar el desarrollo de turismo sustentable, logrando reflejar y crear conciencia del valor de la cultura y tradición que se tiene en esa localidad.
Sólo deseo que si haya cumplido con el objetivo.
Fue muy interesante el haber realizado este increíble documento o trabajo, por que nosotros mismos nos damos la oportunidad de aprender algo que a la mejor si teníamos un conocimiento de ello pero no un conocimiento a profundidad.
Premios:
· Proyecto PACMYC 2005, “Rescatar la vestimenta original y promover la Danza Autóctona Los Paixtles”.
· Reconocimientos en Concurso Estatal de Danzas Autóctonas.
· Primer Lugar Premio Rafael Zamarripa 2007, Danza Tradicional.
Trayectoria Artística:
1. El primero de ellos fue en el año de 1942, cuando viajaron a la ciudad de México, siendo invitadas tres danzas de Jalisco para participar en la conmemoración de la Revolución Mexicana, en el DF., siendo las danzas de: “Los Paixtles” de San Andrés Ixtlán, “Los Sonajeros” de Tuxpan y “La Conquista” de Guadalajara.
· México, DF. Auditorio Nacional.
· México, DF. Villa de Guadalupe, antigua Basílica.
· México, DF. Estadio Azteca.
· Y la más importante, fue el desfile del 20 de Noviembre, saliendo desde la Estatua del Ángel de la Independencia hasta llegar al Zócalo. Debo mencionar, que nuestra danza “Los Paixtles” fue la que causó más admiración a los espectadores, sometiéndonos al mismo tiempo a un concurso con las danzas participantes de otros estados de la República, en el cuál fue otorgado el primer lugar a la danza “los paixtles” de San Andrés Ixtlán, Jalisco.
(Información obtenida a través de relatos de danzantes de esa época).
2. El segundo fue en el año de 1975 siendo entonces Presidente de la República Mexicana, el General Manuel Ávila Camacho. En esta ocasión, por conducto de la Secretaria de Educación Publica y FONADAN.
En esta ocasión se tuvieron varias actuaciones en:
· México, DF. Villa de Guadalupe, antigua Basílica.
· México, DF. Palacio de Bellas Artes.
También ha participado en eventos de Guadalajara y principalmente en las ferias de los pueblos y ciudades del sur de Jalisco, entre las que se encuentran:
· Guadalajara, Aniversario del cuarto centenario de Guadalajara.
· Guadalajara, en Jalisco es Artesanías, 2002
· Colima, Colima.
· Zapopan, Romería.
· Tlaquepaque
· Talpa de Allende
· Zapotlán el Grande
· Tamazula
· Gómez Farías
· San Gabriel
· Zapotiltic
· Tapalpa
· Pihuamo
· San Martín Hidalgo
· Alista
· Ameca, etc.
Aspectos Culturales:
Nuestra vestimenta:
Los paixtles, cuyo nombre recibe la danza, visten holgados ropones cubiertos a profusión de largas guedejas del fino vegetal; puestos sobre armazones de aros y mecates. Se disfrazan con máscaras que aparentan niños o brujos. En la cabeza llevan coronas de manera de resplandores adornados con estrellas, lunas, muchas flores de papel de china de todos los colores, dominando el solferino y el rosa, alrededor de alguna estampa de santo y multitud de listones policromos, que vuelvan al aire, o se continúan con gruesas trenzas de ixtle. Paliacates rojos y azules puestos sobre el pecho y la espalda, completan el indumento.
Cuando el heno es tejido completamente se colocan los paliacates, uno adelante y el otro atrás, dando así forma a tan singular traje, el cual representa parte de la riqueza de nuestras tradiciones y de raíces prehispánicas.
Aquí, el ingenio y talento de nuestros artesanos se desborda, ¡es algo impresionante!, ¡digno de admiración!, ver como esa parte de raíz de mescal es transformada por esas manos ásperas, que con cuchillo en mano, minuciosamente le da la forma a esas bellas máscaras que aparentan niños o brujos.
Paso a paso son colocadas la luna y las estrellas en la parte superior, le siguen las flores de arco iris, una foto del santo del pueblo es colocado en el centro de la base de la corona. Después de colocar las flores, se adorna con lluvias y escarcha multicolor, dando así forma a una alegre y majestosa corona.
Traje completo:
Cuando la corona es terminada, está se complementa con las trenzas de ixtle y la máscara. Las trenzas son colocadas en la parte trasera de la corona, amarradas una a cada lado de la parte inferior de la base. La mascara por lo tanto, se amarra en la parte frontal de la base de la corona, la cual pende y cubre el rostro del danzante. Con lo anterior, el traje del paixtle y los huaraches completamos uno de los trajes más originales, lleno de colorido y amor por México; el cual se ha conservado gracias al amor que aún vive en algunas personas por conservar las raíces, y esos orígenes que nos distinguen como pueblo y como nación.
Desarollo
Donde el llano empieza, se tiene San Andrés Ixtlán, viejo pueblo indígena del Sur de Jalisco; pardo relicario de los paixtles, cuyo colorido brillante suavizan los tonos grises de heno prodigado en su vestimenta.
La danza única en su estilo, cautiva por la primitiva belleza de su indumentaria y el señorío de sus actores, y nos asoma al arcano del Chimalhuacán legendario.
Lo integran “el hombre”, la “mujer”, ascendidos a “Monarcas”, en su segunda resurrección, ocho “paixtles” o mas, dos “viejos” ahora, uno de ellos, como genio del monte todo semejante a las que llevan los “paixtles”.
Todos calzan huaraches sureños de doble suela y portan el la mano izquierda, “la cebolla”, a manera de cetro, adornada con cintas y abalios en torno a una flor. Con la mano derecha, empuñan la sonaja hecha de bulecirián, sólo el “paixtle” inmediato al “hombre” en lugar de “cebolla” porta una “mulita de otatillo”.
Inicia la danza con trémolos de sonajas y gritos extraños (utla), mantenimiento enhiesta la flor del cetro, en tanto la música, violín y vihuela, marcan su melodía.
Danzan con gravedad, todos tremolan las sonajas a la altura del pecho; levantan los codos llegados a la horizontal con marcada flexión de la muñeca y los bajan con fuerza a la posición inicial junto al tórax, al compás del paso y de la música, la sonaja y la rosa por delante, sin llegar a juntarlas.
Danzan a pequeños saltos sobre uno y otro pie, que desplazan adelante, dan medias vueltas y vueltas completas, algunos hacen caravanas, otros genuflexiones en la dirección del santo, como creyentes a la Meca, sin perder colocación, ritmo y dignidad.
La danza de desenvuelve con impresionante dignidad. Se advierte claro sentido esotérico y mágico. Invocan abundancia y fecundidad. Parecen actores clásicos de alguna danza ecuménica de genios o brujos vegetales en protectora liturgia.
Los paixtles podrían bailar una pavana, y “el hombre” pontificar un rito junto a “la mujer”.
La danza se desenvuelve con impresionante dignidad, en dos hileras por “los emperadores”, avanzan al extremo del “patio” regresan por el centro, para formar una sola fila, con “la mujer” y “el hombre”, en pareja, adelante. Vuelven a su primera posición, repiten al avance ahora por las orillas del “patio”.
El ruido sordo, pertinaz, acompañado de los huaraches en el suelo y las sonajas, nos ensordece al violín, y se impone con la vihuela, en su incesante: sschas, sschas, sschas… ¡utla! Los “horrendos gritos contrastan con su parsimoniosa elegancia.
Tan bella y sugerente danza fue vista por Lumholts a principios del siglo anterior, y creyó encontrarse con “la representación de la Madre Mocahue, la diosa huichola, la mujer más vieja del mundo: madre de los dioses y de la vegetación”.
“La mujer” representada por un hombre lampiño, viste largas enaguas negras con adornos rojos, blancos y verdes, camisa bordada de mangas cortas, rebozo terciado por la espalda y trenzas de ixtle.
“El hombre” viste calzón blanco ajustado a las piernas con bordado en las bajos a manera de polainas y un delgado reboso rojo atado en la cintura, camisa blanca y cubriendo los hombros, chalinas de vivo color, no lleva máscara.
El y ella, mujer y hombre, “monarcas” ostentan majestuosas coronas.
introduccion
San Andrés Ixtlán es una de las localidades más importantes del municipio de Gómez Farías, es una comunidad ubicada dentro del área de influencia del “Corredor Ecoturístico de la Sierra del Tigre”, y por su origen histórico prehispánico posee un claro potencial cultural y natural.
La población de San Andrés Ixtlán, tiene su origen los albores de la época. En un lugar llamado Tepehuaje se establecieron los primeros pobladores de hoy en San Andrés Ixtlán, esto pertenecía a la raza zapoteca, cuyo dialecto era el Náhuatl, después con la expansión de los Otomíes llegó a componerse de esas dos razas.
El significado de Tepehuaje quiere decir, tepe-cerro, huaje-una especie de grano que se da en vainas y es comestible, recibe ese nombre por encontrarse situado en un cerro con arboles de guaje, ósea “cerro de los guajes”.
Se atribuye a Ixtlán la procedencia de una región llamada CUAHUTEPONAXTLAN, que quiere decir, Cuahu-Tierra, Tepo-Cerro, Huax-Guaje, Tla- abundante, ósea, “Cerro cubierto de guajes”, que en realidad es el origen de los primeros pobladores.
A su llegada, fray Juan de Padilla, derribó los ídolos que se veneraban, castellanizo e impulsó la religión cristiana y prohibió el culto de lo ídolos; con ese motivo llevó a Ixtlán, que los españoles llamaban “pueblo viejo” la imagen de Sn Andrés, tomando la población ese nombre, como era costumbre poner a los pueblos nombres de santos. Desde esa fecha es el santo patrono del lugar. En 1810 y por motivos de la guerra de Independencia, San Andrés recuperó su antiguo nombre quedando este pueblo llamado legalmente San Andrés Ixtlán.
Una danza que es muy destacada por su antigüedad y es una de las mejores tradiciones que todavía sigue teniendo el pueblo de San Andrés Ixtlán, la danza es nombrada los “Paixtles”, una de las danzas mas antiguas de México, única en su estilo, visten holgados ropones cubiertos a profusión de largas guedejas del fino vegetal llamado “heno”, puestos sobre armazones de aros y mecates. Se disfrazan con mascaras que aparentan niños o brujos.
Uno de los aspectos mas importantes es de que antes los danzantes, hace mucho tiempo atrás, danzaban para que todos los niños vinieran al mundo con una gran felicidad, que las mujeres de aquellos tiempos solas parián a sus hijos. Esta danza es originaria de ese pueblo.
Este documento incluye en su contenido como fue fundada dicha danza, de que esta construido su vestimenta, etc.
El 30 de Noviembre en las fiestas del Señor San Andrés, en su pueblo homónimo, al antiguo Ixtlán, resurgen majestuosos los Paixtles en su compromiso con el Santo Patrón.
Uno de los aspectos claves del pueblo, está concentrada en la historia del mestizaje que integra los elementos indígenas con los españoles; y que a pesar de esta mezcla los mexicanos siguen siendo un pueblo que marca el desarrollo histórico y cultural del patrimonio del país como parte de su pleno desarrollo humano.
indice
Introduccion......................................................................2
Desarrollo..........................................................................4
Nuestra vestimenta.........................................................8
Mascara y corona.............................................................9
Traje completo..................................................................10
Aspectos culturales..........................................................12
Trayectoria artistica........................................................14
Premios.............................................................................15
Conclusion.........................................................................18
Referencias bibliograficas...............................................19
videos................................................................................20